Llegó la primera entrevista de Animales divinos, la tempranera. Tenía que ser, claro está, para Gente despierta.

Hablo del programa noctámbulo diario de Radio Nacional de España: «Un espacio donde personajes de interés del mundo de la cultura, política y sociedad trasnochan con Julia Varela para charlar sobre su lado más humano», dice la sinopsis.

Llegó la primera entrevista de Animales divinos. Tenía que ser, claro está, para Gente despierta. Clic para tuitear

A ver, trasnochador soy, no nos vamos a andar con pamplinas a estas alturas. Lo mismo trasnocho (aún, pero menos) de bar en bar que de serie en serie o de párrafo en párrafo (propios y ajenos), pero ¡¡«personaje de interés»!! En fin, ya veremos…

Una sección de este late-night radiofónico se titula «Desvelando mitos». La desveladora es Yolanda Pintor, que se puso en contacto conmigo a través de Elena Palacios, jefa del departamento de comunicación de Siruela. Recomiendo acudir a la página de Gente despierta para disfrutar de los podcasts de Yolanda (y del resto del programa).

Aparte de su interés por Animales divinos, les agradezco a Julia y a Yolanda su tiempo, pues nos dedicaron veinte minutos, que es una eternidad en lo audiovisual. Me hicieron sentir muy cómodo, como si el espacio fuese un refugio en la madrugada. La verdad es que necesitaba ese confort: no me había puesto ante un micrófono desde el 2019 a. P. («antes de la pandemia»), cuando publiqué ¿Nos hacemos unos griegos? (LGTBI en el Olimpo y su vecindario). Como te cuento en una entrada anterior, los años que llevo dedicado a la escritura me han convertido en una especie de ermitaño urbano, así que el agradecimiento es doble, por lo oxidado y por lo huraño.

En RNE Coruña, el 17 de mayo de 2019. «¿Nos hacemos unos griegos?» aún manchaba los dedos de tinta.

Eso sí, he de reconocer, con sentimiento de culpa y vergüenza torera, que hubo alguien en el programa que no sintió la misma comodidad. La entrevista se hizo a través de una herramienta informática para grabaciones radiofónicas, Cleanfeed. Al ser más delicada de lo que yo pensaba, se me escapó algún que otro golpetazo de audio. Creo que el técnico de sonido se acordó de mis ascendientes hasta el año en que Homero perdió los dientes de leche… ¡Perdón, compañero!

El interés de Julia y Yolanda no estaba solo en el tema del libro, el repaso a los mejores amigos animales de dioses y héroes. También les intrigaba saber cómo hice para desenredar la madeja de los mitos que aparecen en sus páginas. La percepción que tenían es la misma que, a veces, empuja a los lectores a huir de la mitología, atractiva cesta de cerezas en la que, si tiras de una, se enganchan seis más.

A desenredarlas me ayudó Argos, el perro de Odiseo-Ulises. Él me condujo como un lazarillo por los cantos de la Odisea para dar hilo a las casi cien páginas de Animales divinos. Y aquí es donde, como la parca Átropo, corto el hilo para invitarte a disfrutar de esos veinte minutos de Animales divinos para Gente despierta…

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