En 1802, Lord y Lady Holland acordaron que la delicada salud de su hijo Charles, de seis años, merecía un clima más soleado que el inglés. Dicho y hecho: el 7 de noviembre de aquel año entraron en España por La Junquera. En los veinticuatro meses siguientes recorrieron la costa mediterránea hasta Cádiz. Luego subieron por Sevilla y Córdoba a Madrid y, de allí, a Valladolid y Burgos.
Elizabeth Vasall Fox era hija de un acaudalado plantador jamaicano y fue una mujer de armas tomar, desenvuelta, mundana y culta. Uno de sus muchos amantes fue su segundo esposo, el político liberal Henry Vasall Fox, Lord Holland.