Hoy vamos a conocer el extreme, pero muy extreme, make over del pavo real. Porque el ave que simboliza la vanidad no siempre fue tan bella. Nos ayudará en este reto una vaca, la enésima muesca en el cabecero de Júpiter, para escarnio y furia de la romana Juno, llamada Hera por los griegos (no sé por qué te digo esto, si ya lo sabes).
En el mito de Ío y Argos aparece por primera vez el Gran Hermano Clic para tuitearHera fue la primera dama del Olimpo, aunque no la primera esposa, del señor del trueno y el rayo. Hesíodo, el genealogista de los dioses, nos habla de seis anteriores: Metis, Temis, Eurínome, Deméter, Mnemósine y Leto. Hera alumbró a la juvenil Hebe, al marcial Ares y a la partera Ilitía. Protegía el matrimonio y la fidelidad conyugal; quizá porque su esposo fue un adúltero de proporciones olímpicas. Lo puedes comprobar en esta entrada dedicada a Mística. De ahí que Juno, despechada, pariese a Hefesto por partenogénesis. Con tales antecedentes, no te extrañe que a menudo la pinten como celosa y vengativa.
¿Y qué tienen que ver una hermosa vaca y un vulgar pavo real?