Metido en pleno Viernes Negro y desorbitado como búha de parto: así vuelvo a este blog que extrañaba. A veces, no saca uno el tiempo. O las ganas. El caso es que ando estupefacto porque me acabo de enterar de que hay colegios en España donde se hacen representaciones tontorronas del encuentro entre los peregrinos del Mayflower y los primos de Pocahontas. Y, en cambio, se reniega del 12 de Octubre de 1492. Diría que no somos más tontos porque no nos entrenamos, pero los papás (y las mamás) de esos críos tendrán cuentas de Twitter y grupos de Whatsapp, así que hacen músculo a diario.
Las navidades marcan el entrañable (¡puaj!) cuñadeo
Aparte, acaban de dar el pistoletazo de salida del sindiós navideño, que tiene dos avituallamientos, las cenas de Nochebuena y Nochevieja, y una meta final en cuesta, la de enero. Cuando digo «sindiós», lo hago literalmente: ¿dónde está Dios en esa fiesta de Pluto, infernal patrón de los plutócratas?